¿Habías escuchado hablar del gas radón con anterioridad? ¿Sabes de qué hablamos cuando nos referimos a la mitigación de este gas?
En este post de vamos a hablar un poco sobre la información básica que deberías conocer acerca del gas radón.Esperamos que este artículo te proporcione una ayuda para resolver todas tus dudas en relación a este peligroso gas.
¿Qué es el gas radón?
El radón en un gas de origen radioactivo que no tiene olor ni color.En cambio en su forma sólida presenta un tono rojizo. Es probable que no sepas de donde viene el gas radón, pero si te hablamos sobre el uranio es posible que ya comiences a comprenderlo. El uranio atraviesa un proceso natural de desintegración, el cuál da lugar al radio y posteriormente, al radón.
El radón normalmente se encuentra bajo tierra pero durante el proceso de desintegración sube a la superficie mezclándose con las moléculas aire del aire que respiramos. Esto no supondría un problema siempre y cuando estuviéramos en una zona abierta o constantemente ventilada; pero en cambio si es filtrado al aire de nuestra vivienda habitual o a nuestro trabajo puede suponer un riesgo y poner en jaque nuestra salud. El radón es un tipo de gas soluble por lo que puede colarse en nuestras cañerías, pasar al agua y viajar en ella.
Hay que recordar que no es detectable a los sentidos humanos por lo que necesitamos herramientas especialmente diseñadas para detectarlo.
¿Donde se encuentra el gas radón?
El gas radón se encuentra principalmente en suelos graníticos porque al ser ricos en uranio, por consecuencia directa, al desintegrarse será más ricos en radón. Geográficamente hablando, los suelos graníticos concretamente en España abarcan principalmente la zona noroeste y centro-oeste de la península, lo que se correspondería con Galicia, Castilla y León, Extremadura y Madrid. Eso no excluye, que en otras zonas no encontremos la presencia de gas radón, como por ejemplo es la isla del Hierro, rica en este mineral.
A nivel estructural se puede filtrar a través de pequeñas grietas, agujeros, huecos entre cables y tuberías,etc. Todo ello hasta llegar a la planta en la que tu te encuentras, provocando que se empiece a acumular el propio gas.
Esto da lugar a que la concentración de un gas que en principio no supone un problema, vaya creando una cierta alarma que con la que se debería actuar para detectar tomando medidas de seguridad en consecuencia. Por eso se debe revisar un edificio y asegurarse de que las personas que están en él están bien protegidas contra la permanente amenaza invisible del gas radón.
¿Cuales son las consecuencias?
Las principales consecuencias de la exposición a largo plazo de una persona corriente al gas radón son la mutacion y alteración de las células somáticas y/o germinales.Como consecuencia de esto es normal que se desencadenen enfermedades tan graves como tumores y cáncer a largo plazo. Estas enfermedades suelen aparecer a entre los cinco y 25 años después del inicio de la exposición reiterada al radón.
Se calcula que el 2 % de todos los casos de cáncer son resultado directo de la exposición al radón. En caso de ser fumador las noticias son peores, y es que el tabaco y la exposición al radón son factores simultáneos por lo que incrementan hasta un 40 por ciento las probabilidades de tener cáncer de pulmón. Incluso en el caso de no ser fumador, la presencia continua del gas radón implica efectos graves y probabilidades muy altas de contraer cáncer.
¿Estamos a salvo?
Las concentraciones de gas radón pueden afectar a nuestra salud y a la seguridad de nuestra vivienda o nuestro lugar de trabajo. Sin embargo, todo problema, tiene solución. La medición y mitigación del gas radón se puede realizar a través de diversos métodos, que se adecúan a cada caso específico para asegurar la integridad física final de las personas que usan ese edificio.
Por ejemplo, si queremos saber la concentración de gas radón de un apartamento de 90 m2, solo tenemos que colocar los medidores necesarios allí. Según determinen los técnicos los que mejor se adapten a la situación, puede que solo 2 días o hasta aproximadamente unos 3 meses. Cada tipo de medición te proporcionará una cifra aproximada para un baremo diferente, ya que los diferentes métodos son utilizados con diferentes fines de medición.
Sin embargo el objetivo principal es averiguar la concentración de gas radón hay en esa estancia para posteriormente, siempre que sean necesarias, tomar medidas de mitigación del gas radón para asegurar la habitabilidad no solo de esa zona del edificio, sino del edificio en sí.
¿Como podemos actuar ante esta amenaza?
Ante la amenaza del gas radón lo más sensato es llamar a un equipo especializado para que se haga cargo de la situación en cuestión.
Nuestros técnicos de Radón Alfa estarán encantados de proporcionarte los servicios que necesites para que tú y los tuyos estéis a salvo en vuestro hogar o vuestra oficina. Los más de 20 años en el sector enfrentándonos a problemas de esta índole todos los días nos proporcionan una experiencia profesional y personal única qué garantiza la calidad eficacia de un buen servicio realizado.
